Si algo no deja de asombrarme es la mente humana, tiene unos
procesos que son la leche. Es bastante alucinante como algo que te quita el
sueño puede pasar de ser un problema a algo trivial de un plumazo.
A ver, esto depende de cada uno, igual lo que para mí es
algo sin la más mínima importancia para otro es su muerte y viceversa. De todas maneras, algo que es común en este
caso es que se necesita de un catalizador para que la mente actúe y entierre las
cosas bajo capas de indiferencia sana.
Un suceso doloroso, una mentira, un cambio de aires o una
hostia a tiempo son ese tipo de catalizadores de los que os hablo. Activan la
mente para seguir adelante y dejar atrás las malas experiencias o la
culpabilidad sin sentido que nos puede llegar a nublar un poco el día a día.
Así que gente que leéis mi blog, los que me amáis, los que
nunca comentáis o que simplemente me odiáis por ser mejor que vosotros… Yo os
digo esto:
Enfrentad vuestros
problemas, hurgad en la herida hasta que no podáis soportarlo más, id a que os
peguen esa hostia que os merecéis desde hace tiempo y algo hará “clic” en
vuestra cabeza, luego solo tenéis que volver a casa.
Después os ponéis esta canción y me mandáis besos, que me lo merezco todo.