domingo, febrero 06, 2011

Saturday Night

Hoy no he salido. Más que nada porque tengo que madrugar un puto domingo, pero la verdad es que hay otras razones, en concreto cinco, que aunque no me impedirían salir si me apeteciese, contribuyen a que yo escriba esta mierda de post: 

1. La ley antitabaco.
Yo no fumo, he fumado algunas veces como todo adolescente que está formándose y a la vez autodestruyéndose poco a poco. El motivo de que la ley me perjudique es que ahora los bares huelen a mierda (los sucios), el pachuli y el perfume de los infrahumanos imitadores de Telecinco me aturde y los que no llevan ese campo de fuerza en forma de peste manufacturada, simplemente huelen a mierda porque no se lavan.

2. El frío.
Yo no soy un esquimal. Pese a vivir en el sur y poseer la resistencia típica de una persona que ha sido alumno de Ikastola, no veo una utilidad específica a para frío como un hijo puta en la calle. 

3. El dinero.
Estamos en crisis, es un hecho contrastado. Yo aún no he visto los famosos brotes verdes que predican nuestros políticos y por eso no estoy para muchos gastos. Tal vez si me fumase los brotes vería las cosas de otra manera… 

4. Los estudios.
Intento sacarme unas oposiciones para vivir de vuestros impuestos, eso me hace temer la resaca del día después casi tanto como temo que Belén Esteban me viole. 

5. La ley Sinde.
Si amigos, la tan comentada ley antidescargas también influye en mi vida nocturna. Me siento en el deber como español y patriota, de hacer copias de seguridad de tantas cosas como pueda, obviando el material infecto llamado “cultura” que hacen los paletos musicales que se pavonean desde su mansión en Miami o los “cineastas” que solo perpetran puta mierda con moscas. 

Ahora, un chaval sin amigos que toca la canción del Tetris con la Ocarina del Zelda.


jueves, febrero 03, 2011

Tiempo, a tomar por culo

Yo me cago en el tiempo.

El tiempo fluye sin que podamos hacer nada, pasa y pasa, nos hace viejos, evita que los mejores momentos duren lo que nos gustaría pero sobretodo, no nos deja viajar en él.

La única forma de viajar en el tiempo es hacia delante, y a velocidad normal, mientras escribo esto estoy viajando en el tiempo y mientras vosotros lo leéis, perdéis el vuestro.

Los fantasmas acechan, no importa la época.